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Posted by on Mar 14, 2024 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«… da mucho fruto»

«… da mucho fruto»

Lectura del santo evangelio según san JUAN 12,20-33

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos
griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:
–Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:
–Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en
verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; 
pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el
que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi
servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y
¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para es-
ta hora: Padre, glorifica tu nombre.
Entonces vino una voz del cielo:
–Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.
La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros de-
cían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo:
–Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el
mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo
sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí.
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Palabra del Señor

@quierover.org

¡QUEREMOS VER A JESÚS! - Florentino Ulibarri

Hoy me adhiero, Señor, 
al grupo de los que quieren verte

-saludarte, presentarse, 
escucharte, hablarte...-.

Como a aquellos griegos gentiles,

pero curiosos e inquietos,

que acudieron a Felipe para conocerte,

también a mí me has tocado y despertado

abriéndome el horizonte

con tu presencia, mirada y mensaje.


Pero, ¿quién me acercará hasta ti?

¿Quién me llevará a tu presencia?

¿Quién me ayudará a superar las murallas

-culturales, religiosas, personales-

que nos separan y me retienen?

¿Quién será el anfitrión de nuestro encuentro?

¿Quién se hará cargo de este deseo

que surge de lo más hondo de mi ser

y me acompaña noche y día 
desde la primera vez?


¿Tu Iglesia que se dice católica?

¿Sus vicarios, obispos, presbíteros...

y demás padres  señores y dignidades

tan seguros e inflexibles en sus verdades?

¿La Curia Vaticana y sus jefes?

¿Los monseñores y cardenales?

¿Los guardianes de la doctrina y creadores de leyes?

¿Los teólogos que hablan y escriben en otro lenguaje?

¿Los liturgos que no sintonizan con la gente?

¿Los nuevos grupos y comunidades que emergen?...


¿Quién será el anfitrión de nuestro encuentro?

Entre tus discípulos y apóstoles

siempre hubo, y seguro que las hay hoy,

personas cercanas y humildes,

con los pies en la tierra, en el "humus",

y los ojos fijos en ti;

hermanos atentos y sin ambiciones;

pastores que huelen a lo que deben oler;

pobres despojados hasta de su ser;

creyentes que se siembran sin temor a desaparecer;

hombres y mujeres que gozan al estar junto a ti...


¡Ojalá tenga la suerte 
de toparme con ellos hoy,

aquí, en casa, o en los caminos,

o en las plazas, o en las fiestas, o en el templo...

o en cualquier lugar, 
sea espacio sagrado o profano;

...o en el reverso de la historia

tan olvidado y arrinconado,

pero que tanto te preocupa a ti

y a todos los que siguen tus huellas!


¡Que llegue esa hora 
para estar en tu compañía, Jesús!

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2024-03-17

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