«… es mi Hijo»
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10 En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía qué decir, pues estaban asustados. Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo». De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos. Palabra de Dios
¡QUIERO VERTE, SEÑOR! - Florentino Ulibarri Quiero cerrar los ojos y mirar hacia dentro para verte, Señor. Quiero también abrirlos y contemplar lo creado para verte, Señor. Quiero subir a l monte siguiendo tus huellas y camino para verte, Señor Quiero permanecer acá y salir de mí mismo para verte, Señor. Quiero silencio y paz y entrar en el misterio para verte; Señor. Quiero oír esa voz que hoy rasga el cielo y me habla de ti, Señor. Quiero vivir este momento con los ojos fijos en ti para verte, Señor. Quiero bajar del monte y hacer tu querer para verte, Señor. Quiero recorrer los caminos y detenerme junto al que sufre para verte, Señor. Quiero escuchar y ver, gozar de este instante, y decirte quién eres para mí, Señor.
Y para los más pequeños:
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