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Posted by on Oct 23, 2025 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«… considerarse justos»

«… considerarse justos»

Lectura del santo evangelio según San Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.

El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.

Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra de Dios

SUBIR AL TEMPLO, BAJAR AL TEMPLO - Florentino Ulibarri

Al templo se sube - o quizá haya que bajar -;
pero siempre el camino nos pide un poco de ascesis
- vivir conscientemente,
superación de la monotonía,
ir más allá de donde estamos... -
y andar por sendas de justicia e igualdad.

Se sube -o quizá haya que bajar- a orar,
a escuchar atentamente,
a dialogar,
a dejarse interpelar e interpelar
a cobijarse en el amor y a amar,
a gozar en soledad de tu compañía...

A orar estamos invitados todos,
aunque sea a escondidas,
tengamos costumbre o monotonía,
seamos legos en esta materia
o no sea lo que se estila.

Todos, fariseos y publicanos,
ricos y pobres,
sabios y torpes,
agnósticos, ateos y creyentes,
cristianos y no cristianos...
Y oramos al mismo Dios,
aunque no nos pongamos de acuerdo
y parezca mentira...

Al orar, hoy y siempre,
lo importante es lo que sale de dentro,
y el que seamos un poco más conscientes
de quién eres tú
y de quiénes somos nosotros.

Para ello, hay que desnudarse,
estemos en primera o última fila,
y bañarnos en tus fuentes de agua viva
que corre gratis
y ofrece vida, paz y alegría..

Pero no siempre sucede lo que decimos,
porque el quedar bien y la apariencia
nos lleva al autoengaño,
y las justificaciones nos visten,
nos hacen impermeables
y no nos dejan exponernos, como nos creaste,
e introducirnos en tus manantiales...

Y del templo
siempre hay que bajar – o subir -
a los caminos de la vida
donde tú nos pusiste y quieres enseguida.

¡Pero qué distinto es hacerlo
cargados o ligeros de equipaje,
conscientemente o envueltos en redes,
sostenidos u orgullosamente firmes,
humildemente o entronados en pedestales,
seguros de nosotros mismos o asidos a tu Espíritu,
justificados o como hemos ido...
como el publicano o como el fariseo!

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2025-10-26

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