«… el que atesora para SÍ»
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 13-21 En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?». Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes». Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”. Y se dijo: “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”. Así es el que atesora para SÍ y no es rico ante Dios». Palabra de Dios
CORAZONES Y CORAZONES - Florentino Ulibarri Señor, hay corazones que son como castillos, o como palacios, o como cárceles, o como ciudades inexpugnables, o como cajas de caudales... Todo lo guardan hasta que envejecen, se desmoronan y, yermos, mueren. Y hay corazones que son praderas, casas solariegas, oasis confortables, cielos con estrellas... y no tienen murallas ni llave. Todo lo comparten y siembran hasta que nace, florece y fructifica, y se enriquecen.
Y para los más pequeños:
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