«… somos uno»
Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 27-30 En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno». Palabra de Dios
A VECES, SEÑOR, A VECES... - Florentino Ulibarri A veces, Señor, a veces son tantas las ofertas y tantos los guiños e insinuaciones, que el corazón se desboca y la mente se ofusca con propuestas tan llamativas y gustosas. Y entonces, Señor, entonces, me voy por sendas oscuras, no presto atención a tus melodías, evito tu roce y caricias, y me pierdo, aunque sea de día, porque me obsesionan los cantos de sirena. Pero... A veces, Señor, a veces sólo anhelo que Tú me llames, pronunciando mi nombre, como otras veces, para despertarme y pacificarme, y poder compartir heridas, deseos y tareas a la vera del camino de la vida. Y entonces, Señor, entonces, aunque haya bandidos y ladrones, sé que Tú vas cerca y delante abriendo caminos y horizontes, silbando alegres canciones y dándonos a todos vida abundante. A veces, Señor, a veces reconozco tu presencia y voz, y entonces, Señor, entonces te sigo y salgo al mundo con ilusión.
Y para los más pequeños:
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