«cuarenta días por…»
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 4, 1-13 En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo. En todos aquellos días estuvo sin comer y, al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le contestó: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”». Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos de! mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo». Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece contra ninguna piedra”». Respondiendo Jesús, le dijo: «Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”». Acabada toda tentación, el demonio se marchó hasta otra ocasión. Palabra de Dios
DESTRUCCIÓN - Florentino Ulibarri La política sin principios, las leyes sin espíritu, el progreso sin compasión, el trabajo sin beneficio, la riqueza sin esfuerzo, la pobreza sin compromiso, la erudición sin silencio, el derecho sin justicia, la verdad sin diálogo, la religión sin riesgo, la razón sin dudas, el culto sin consistencia, los medios de comunicación social sin ética, los mitos sin hondura, los roles sin ternura y la vida sin responsabilidad...: ¡Destrucción del mundo, de tu obra y buena noticia, de nuestras esperanzas y utopías y de tu reino entre nosotros! Y, sin embargo, son tentaciones de cada día.
Y para los más pequeños:
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