«… y nada más»
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6, 7-13 En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban. Palabra de Dios
FIÁNDOME DE TU PALABRA - Florentino Ulibarri Para el camino, Señor, no llevo oro, ni plata, ni dinero en el bolsillo me fío de tu palabra. Ni tengo alforja con provisiones y repuestos, que me basta tu compañía y el pan de cada día. Túnica, la puesta, sin más, que no tengo que ocultar nada, y el frío y el calor se atemperan cuando se comparten, en familia. Tampoco llevo bastón, aunque tú dijiste que podíamos, pues mis hermanos me sostienen y dan la mano cuando el camino se hace duro, y sangro, tropiezo y caigo. Y sandalias, unas de quita y pon, abiertas y bien ajustadas, para evitar callos y rozaduras en el cuerpo y en el alma, andar ligero y no olvidarme del suelo que piso cuando tu Espíritu me levanta, me mece libre, al viento, me lleva y me arrastra. Eso sí, voy en compañía, desbordando ternura y paz regalando salud y buena noticia y caminando con alegría. Casi ligero de equipaje, fiándome de tu palabra, yo te sigo y... eso me basta.
Y para los más pequeños:
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