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Posted by on Jul 27, 2024 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«… dijo la acción de gracias y los repartió»

«… dijo la acción de gracias y los repartió»

Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 1-15

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Palabra de Dios

@quierover.org

SIGUIENDO TUS HUELLAS, SEÑOR	 -  Florentino Ulibarri
Partir con quien nada tiene, pero que es digno de todo lo mejor
a sus ojos tristes y rojos, y a los de Dios que nos mira a todos.
Partir no sólo lo sobrante, también lo que hemos robado, lo que hemos trabajado,
y hasta lo que nos es necesario.
Partir por justicia, por amor, por encima de lo que es legal,
sin intereses y sin llevar la  cuenta, hasta que el otro sienta la hermandad.
Partir con sencillez y entrega, sin creerse mejor ni superior, 
sin exigir cambio, ni recompensa, ni reconocimiento a nuestra actitud.
Partir, y aceptar decrecer sin agobio, sin temor, sin tristeza,
con la confianza puesta en ti para hacer posible la fraternidad.
Partir evangélicamente en todo tiempo, en todo lugar,
dentro y fuera de nuestro hogar, en toda ocasión, aquí, ahora ya.
Partir, o al menos intentarlo cada día, nunca en solitario, siempre en compañía;
pero sin pretensiones ni vanidad, sólo para hacer posible el compartir.
 Como Tú, Señor.
@luisguitarraok

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2024-07-28

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