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Posted by on May 30, 2024 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«… esto es mi cuerpo»

«… esto es mi cuerpo»

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 14, 12-16. 22-26

El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
«ld a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?"
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo.»
Después, tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.

Palabra de Dios

@quierover.org

HACED NUEVAS EUCARISTÍAS - Florentino Ulibarri

He ido de aldea en aldea,

anunciando la buena nueva

curando enfermedades,

liberando a la gente de sus demonios

personales y grupales

y acercando tu amor de Padre

a todas las personas necesitadas

y con las entrañas abiertas...


El Reino ha llenado mi vida,

día a día, plenamente.

He deseado tanto que todos comenzaran

a vivir y caminar en la tierra

como hijos y hermanos,

con la paz en las manos

la justicia en el corazón,

la mirada serena y limpia,

el rostro sonriente

y sus bienes y dones en común...


Y sigo creyendo, hoy como el primer día,

que el Reino es posible para todos,

aunque la semilla apenas haya surgido

y sea todavía tan débil,

y el fruto no tenga garantía,

y este momento me turbe

y rompa mis quereres y expectativas...


Al principio, cuando era primavera,

quise alegrar el corazón de todos

los que se aman y lo celebran

convirtiendo el agua en vino.

Pero nadie lo entendió,

ni el maestresala,

ni los invitados,

ni los que se casaban...


He vivido minuto a minuto,

procurando que esta tierra sea el lugar

donde Tú, Padre, y todas las personas

se encuentren y se quieran.

Algunas veces se ha realizado el milagro

y ha brotado con fuerza la vida.

Pero la mayoría de las veces

los hombres y mujeres no acuden a su cita...



La muerte me acecha, no hacen falta profecías.

Los que mandan me la tienen jurada

pues no les gusta mi manera.

Quizá ya lo hayan previsto todo.

Pero antes de que ocurra nada,

quiero partir y entregar mi persona

en el pan y el vino, fruto de la cosecha,

para que todos tengan vida

y puedan sentarse en la mesa del Reino,

y sepan que mi entrega por ellos

siempre ha sido auténtica y que voy a llegar

hasta las últimas consecuencias...

Hoy mismo quiero que tengan una tierra nueva,

primicia de sus sueños y mis promesas,

donde no haya hambre ni tristeza,

a menos que queden transformadas en esperanza.

¡Cuánto deseo que el universo entero se recree

y adquiera la bondad de la primera hora,

y encuentre la luz recién amanecida!

 

¡Qué distinto sería todo, ya desde ahora,

si hombres y mujeres descubrieran,

en su pequeñez su grandeza,

en su libertad su fuerza creadora

y en su amor la unidad y la vida florecida!

También ellos vivirían en pascua continua

y serían capaces de soñar estas cosas...


Por eso, hoy, tomo de la tierra su esfuerzo,

su sudor y fruto, su canto y grito.

Tomo el pan como mi propio cuerpo,

y lo parto y entrego a cada uno en esta mesa

porque es mesa de esperanzas compartidas...


Los que comieron conmigo otras veces

el pan de cada día

en la mesa de los pecadores,

en los caminos polvorientos,

en los descampados yermos y sedientos,

entenderán mi gesto...

Y alzo, de nuevo, la copa de vino

para crear una nueva alianza

que sacie a todos los sedientos,

que quite los miedos más íntimos

y comparta los secretos.

Quiero hacer nuevas todas las cosas.

Voy a hacerme yo mismo vino

para recorran la vida

y entiendan y gocen sus caminos.


No puedo más, ni alcanzo a llegar a otros sitios,

mas quiero que mi entrega y muerte sea por todos,

presentes y ausentes, creyentes e indiferentes...


... ... ...

Tomad y comed, esto es mi cuerpo.

Tomad y bebed, es el vino de la vida nueva.


Y aprended que no es tan dura ni oscura

la vida que os espera.

Ponedle canto, banquete y un poco de fiesta,

y haced nuevas eucaristías.

@corolaraland

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2024-06-02

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