¡Velad!
Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 33-37 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!». Palabra de Dios
PROGRAMA PARA ADVIENTO - Florentino Ulibarri Salir con los ojos bien abiertos, ligero de peso y erguido, libre y dispuesto. Andar por las calles sin miedo, otear el horizonte serenamente, saludar y tocar a la gente. Escuchar el rumor de la vida, dejarse empapar por ella y regalar cántaros de esperanza todos los días. No dormirse en los laureles, vigilar todo lo que acontece y esperar día y noche al que viene. Volver con los pies polvorientos, el corazón enternecido y preñadas las entrañas. Entrar alegre en su casa, dejarse lavar y curar las llagas y sentarse a comer en compañía. Contar lo que me ha sucedido, escuchar a todos como amigo y cantar con voz humana sus alabanzas. Permanecer largo tiempo en silencio contemplando el misterio y cuidando la vida que está floreciendo. Eso es Adviento. Esto es Adviento.
Y para los más pequeños:
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