«… solo uno…»
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 1-12 En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Palabra de Dios
SOÑANDO LA IGLESIA - Florentino Ulibarri Abrir las puertas y ventanas de esta Iglesia, tuya y nuestra, es tan importante y necesario como abrir los rincones de mis entrañas. Yo sé que si no los oreo con frecuencia pronto se convierten en estercolero y en estancia poco apetecida para la presencia aunque sean lugar sagrado y de sueños. Pero se ha convertido en tarea arriesgada en estos tiempos locos y efímeros en la tierra, pues hay quienes defienden sus puertas y ventanas para que sigan cerradas contra viento y marea. Hemos tergiversado tu mensaje; cargamos fardos pesados a la gente, nos gustan los premios y distinciones y ocupar tribunas y lugares preferentes. Y nos olvidamos que no somos jefes, que Tú rompiste todas las murallas levantadas al encarnarte en nuestra historia y plaza sin miedo a perderte entre la pobre gente. Nos dejamos llamar "señor" y "maestro", pensamos que somos algo más que hermanos y consideramos un insulto, a ti y a nosotros, que nos llamen sepulcros blanqueados... Por eso seguimos soñando una Iglesia diferente.
Y para los más pequeños:
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