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Posted by on Sep 20, 2023 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«darle a éste último…»

«darle a éste último…»

Lectura del santo evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido».
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña».
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».

Palabra de Dios

@quierover.org

A TU MANERA - Florentino Ulibarri

Saliste, Señor, en la madrugada de la historia
a buscar obreros para tu viña.
Y dejaste la plaza vacía –sin paro–,
ofreciendo a todos trabajo y vida
–salario, dignidad y justicia–.

Saliste a media mañana, saliste a mediodía,
y a primera hora de la tarde
volviste a recorrerla entera.
Saliste, por fin, cuando el sol declinaba,
y a los que nadie había contratado
te los llevaste a tu viña,
porque se te revolvieron las entrañas
viendo tanto trabajo en tu hacienda,
viendo a tantos parados que querían trabajo
-salario, dignidad, justicia-
y estaban condenados todo el día a no hacer nada.

A quienes otros no quisieron
tú les ofreciste ir a tu viña,
rompiendo los esquemas
a jefes, patrones, capataces, obreros y esquiroles...,
a los que siempre tienen suerte
y a los que madrugan para venderse
o comprarte... ¡quién sabe!

Al anochecer cumpliste tu palabra.
A todos diste salario digno y justo,
según el corazón y las necesidades te dictaban.
Quienes menos se lo esperaban
fueron los primeros en ver sus manos llenas;
y, aunque algunos murmuraron,
no cambiaste tu política evangélica.

Señor, sé, como siempre, justo y generoso,
compasivo y rico en misericordia,
enemigo de prejuicios y clases,
y espléndido en tus dones.

Gracias por darme trabajo y vida,
dignidad y justicia a tu manera..., no a la mía.

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2023-09-24

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