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Posted by on Mar 2, 2023 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

«… Escuchadlo»

«… Escuchadlo»

Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto.
Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:
«Levantaos, no temáis».
Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó:
«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».

Palabra de Dios

@quierover.org

LUGARES DE ENCUENTRO, TABORES GRATUITOS - Florentino Ulibarri

Las personas con espíritu, y las que sufren y lloran por el camino.
Los niños que viven, sonríen y besan, y los que tienen un cruel destino.

Los horizontes limpios y abiertos, y los bosques con penumbra y espesos.

Los rincones con duende y el centro de las ciudades.
Manantiales, ríos y fuentes, y los desiertos y oasis de siempre.
Las altas cumbres no holladas y las sendas que van y vienen.

Los mares que acarician y mecen, y los bravíos que se enfurecen.
Las oscuras tormentas de verano y los olores que dejan a su paso.

Las alboradas frescas y claras y los rojos y serenos atardeceres.
El silencio de la noche que se expande, y el murmullo de las criaturas vivientes.

Los frutos de los árboles de secano, y el aceite de oliva virgen.
Las blancas salinas que reverberan, y las playas y calas serenas.

El frescor y la paz de las iglesias, y sus obras de arte siempre a la vista.
La luna y las estrellas lejanas, y la terraza de nuestra casa.

La sonrisa clara de quienes aman, y la despedida de quienes se marchan.
Los hijos que se tienen y crecen, y los padres y madres que ejercen.

Los besos gratuitos y los furtivos, dados, recibidos, compartidos.
El lenguaje con que nos comunicamos, y las manos con que nos acariciamos.

Las cosas sencillas de siempre sin dogmas, sin comentarios y sin moniciones,
y las sorpresas que nos deparan a lo largo de toda la jornada.

Este cuerpo que nos has dado para comunicarnos y gozarnos,
y los miedos y sorpresas que se cuelan todos los días en nuestras venas.

A veces el sagrario, a veces las ermitas, a veces las nobles catedrales,
a veces, hasta el agua bendita... ¡Siempre, tu rostro hermano en la calle!

Tabores cotidianos, Tabores gratuitos, Tabores evangélicos, Tabores muy humanos.

Son tantos y tantos los Tabores para encontrarte y encontrarnos en el camino,
que hoy me siento envuelto en tu misterio con el corazón y el rostro resplandecidos.

@ainkaremccv

Y para los más pequeños:

@pachifano

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2023-03-05

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