«… con vuestra perseverancia…»
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 5-19 En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Palabra de Dios
CRUZAR UMBRALES - Florentino Ulibarri Y después de tantas idas y vueltas, de tantas sendas y veredas, murallas, ventanas y puertas soñadas y hechas... uno aprende, con caricias y golpes, caídas, éxitos y fracasos, con vigilias y perdones, que hay que cruzar muchos umbrales para entrar en el interior de las personas, en la interioridad de uno mismo, y en la intimidad de tus entrañas... y, así, poder descansar en el regazo del Padre, que es el reino de tus promesas. Este es el itinerario en el que hay que perseverar todos los días y todas las noches, -haya conflictos, destrucción u oscuridad, lágrimas, gozos o sinsabores- para vivir con esplendor, gozo y paz. Tú quieres encontrarnos cruzando umbrales, libres y expuestos, sin defensas ni trincheras, a la sombra de tu Espíritu, siguiendo voz y aliento hasta que decline nuestro tiempo...
Y para los más pequeños:
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