Evangelio dominical – 1º de Adviento 2.020
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 33-37.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!».
PALABRA DEL SEÑOR

VEN, SEÑOR, TE NECESITAMOS (J. Jáuregui)
Nos regalas este tiempo de Adviento
como tiempo para esperarte sin dormir
atentos cuando llegues.
atentos cuando toques nuestros corazones.
atentos a los hechos que nos hablan de Ti.
atentos a tus señales que leemos con ojos de fe.
Conoces nuestra debilidad y nuestros miedos.
Dinos que viniste, que vienes y que vendrás,
que sigues siendo luz, palabra viva, pan partido,
que eres fuerza liberadora que sostiene el mundo…
Ayúdanos a descubrirte vivo.
Sales a nuestro encuentro y no te reconocemos.
Sabemos que te vistes de inmigrante o transeúnte,
de enfermo, de niño o de anciano sin cariño.
y te haces presente en cada víctima de injusticia,
Que siempre nos atrevamos
a proclamar tu palabra que consuela,
a prestarte nuestras manos para hacer justicia,
a compartir y prolongar tu amor que libera.
Me da miedo, Señor:
- que llegues y no te vea.
- que llegues y no me encuentres.
- que llegues y tengas que pasar de largo
- porque despistado no me entero de nada.
Y para los más pequeños:

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