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Posted by on Jul 23, 2020 in Equipo de Pastoral, Parroquia de San Pedro | 0 comments

Evangelio dominical – XVII del tiempo ordinario

Evangelio dominical – XVII del tiempo ordinario

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13, 44-52.
 
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el
campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y
compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de
gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces:
cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los
tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y
los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le responden: «Sí».
Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre
de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».

 PALABRA DEL SEÑOR

MI TESORO ERES TÚ, SEÑOR

Hoy quiero anunciar a todos los vientos,
que tengo la suerte de haberte encontrado,
mejor dicho, que me he dejado encontrar por Ti,
que tu vida y la mía están entrelazadas,
que Tú impulsas mi sentir y mi amar.
Me felicito por la suerte que tengo,
pues contigo me ha tocado la mejor lotería.
Tú das sentido a mí vida, me llenas de ilusión,
me invitas a cumplirme y a vivir en plenitud.
Antes me conformaba con una vida mediocre.
Las ofertas del mundo me tenían distraído,
pero cuanto más entrelazo mi historia contigo,
más claro tengo lo que quiero vivir.

Ya no me vale aquello de ir tirando la vida,
ya no quiero vivir para sólo tener,
ahora yo he decidido gozar la vida a fondo
y vivir comprometido por un mundo mejor.
Necesito aumentar mi contacto contigo,
tener todos los días mi rato de oración,
compartir con los hermanos lo que vivo
y juntos celebrar para mantener la ilusión.
Soy muy afortunado: he encontrado la perla,
ya estoy más descansado, vivo con sentido.
Contigo, mi tesoro, no puedo estar mejor.
Gracias porque me descubriste el el Reino.
Gracias por la alegría de dejarlo todo por él.
Regálanos cada día alegría de tu gracia.
Regálanos cada día la alegría de tu Evangelio.
Regálanos la alegría de encontrarnos contigo.

Y para los más pequeños:

https://rezandovoy.org/reproductor/infantil/2020-07-26

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