Evangelio dominical – Pascua de Resurrección
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 1-9
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien quería Jesús, y les dijo:
—Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro; vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor

Este es tiempo
de encuentros y de abrazos,
se llama Pascua y es tiempo de paso
porque Tú caminas por los caminos de la tierra,
caminos de historia y vida, a nuestro encuentro
para pacificarnos y dar sentido a nuestros pasos,
ora vayamos a Galilea, a Atenas o Roma,
o en la Jerusalén de los sueños humanos.
Este tiempo, siendo de paso,
es definitivo para que nos arda el corazón
y los ojos dejen de estar cegados,
para gozar y hacernos presencia tuya
y buena noticia para los hermanos,
ora estemos dentro o fuera,
vayamos por caminos o estemos perdidos,
hayamos nacido en el norte
o caminemos hacia el sur escondido u olvidado.
Este tiempo, siendo definitivo,
es tiempo abierto para probarlo todo
y quedarnos con lo mejor,
que para eso hemos nacido y Tú nos has creado.
Ya no es tiempo de ayos ni de leyes
ni de amos y padres. ni de otros señores,
porque sólo el amor y la fraternidad permanecen,
abren los corazones y dejan al Espíritu libre.
Este tiempo, Señor, es tu tiempo
y es mi tiempo, es nuestro tiempo
libre de las trabas que nos hemos creado. ¡Este tiempo es tiempo resucitado!
Y para los más pequeños:

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